Y entonces, ¿que?



Oye, espera. Eres el amor de mi vida. Nunca me di cuenta hasta hoy de que por ti había movido fronteras. Separé familias por ti, perdí amistades por ti. Nunca me di cuenta hasta hoy de que te había convertido en la razón de mis mentiras, y te había convertido en la razón de mis verdades. 

Te convertí en algo irreversible e indeleble. Si ahora te marchas, todo aquello queda atrás y nada cambiará, y entonces nada habría valido en realidad la pena, y entonces toda puerta para mi estará cerrada. Y entonces, ¿qué?

Entonces te buscaré, te encontraré y te seguiré. Y aún cuando no me veas te veré, y aun cuando yo no esté, estaré. Porque en cada lugar me sentirás sin que realmente te esté observando. Porque no habré sido el único que lo dio todo por el otro, no seré el único que perdió sus alas al conocernos. 

Y me buscarás, y yo ya no estaré. Te buscaré y tu ya no estarás. Y aunque estemos frente al otro no nos tocáremos. Porque a partir de esta noche, si das otro paso lejos de mi, todo habrá acabado. Y esas lagrimas que estás llorando no se habrán secado, y luego estas lagrimas que estoy llorando no se habrán secado.

Y date cuenta, pequeña, que ambas lagrimas, ligadas con la lluvia, son porque estarás cometiendo el error de dejar a quien amas y te ama, por una sociedad en la que, no encontrarás a nadie que este tan enamorado como lo estoy yo de ti. 

Y aunque suene egoísta sabes que es así, porque el amor que te he dado no será capaz de dártelo ni el más dedicado. Y no encontraras a nadie que arriesgue su mundo por ti. 

Esas cosas solo pasan una vez en la vida. Y una vez en la vida pasa, y una vez en la vida alguien se atreve a lograr que pase.

m.l

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Datos y curiosidades del planeta Plúton

Carta de despedida