Las razones en ti para seguir escribiendo.
Te dedico mis letras porque eres la inspiración de estas. Las palabras me brotan solas sí te cruzas en mi mente. Te dedico mi dedos, los que sostienen este lápiz. Te amo tanto que me dueles, sueño tanto con tenerte. Imagino los besos, las caricias, y tus manos que me tocan y tus ojos que me observan, cierro los míos y siento como tus labios recorren mi cuerpo, y como me estremezco al besarles. Escribo ahora porque anoche te pensé mientras dormitaba, mirando al techo figuré tú rostro, de mí tus ojos. Te dedico mi techo por estas razones, te dedico mis manos por sentir que te tocan, y mis labios por sentir que te besan. Escribo porque me arde la piel por el deseo, desahogo en mis letras la necesidad de aferrarme a tú cuerpo. Juego con las yemas de mis dedos, las paseo por mi cuello y mi abdomen, imagino que me acaricias suavemente. Así es como lo veo y por eso es que lo escribo, y al terminar encuentro nuevas razones en ti para seguir escribiendo.
m.l

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