La chica

(Esta historia es ficticia; por cualquier parentesco o similitud con la realidad y el personaje en cuestión, no me haré responsable ni acepto quejas.)
Les vengo a hablar de una muchacha, cuya historia es muy larga, como para hacerse un libro, pero su final más próximo fue huir de sus demonios y perder algo valioso de entre tantas cosas feas, y al menos eso les contaré. Pues esta chica tenía una meta, una grande y ambiciosa, poderosa, y era lo que ella más deseaba. Pero para no entrar en detalles y aburrirles antes de comenzar, ella la alcanzo satisfactoriamente, ¡claro! Aunque así cambió muchas cosas de su propia vida, que tal era o parecía relativamente perfecta. Cambió su círculo de relaciones, de ámbitos, de amigos, de amor. Se olvidó de quienes estuvieron ahí junto a ella en sus momentos más difíciles, los que le ayudaron, de quienes al fin y al cabo, la vieron dar sus pasos al listón de su larga carrera, y la apoyaron. Decepcionó a quienes no lo merecían, y se convirtió en la que ahora no merecía nada. Dejó de ser sincera incluso consigo misma, y se convirtió en superficial para agradar a los que ahora entrarían en su diario vivir, para sobrevivir. Dejó de querer y se limitó a ser ordinaria, fría, disciplinada. Ya no dormía aunque dijese que así lo haría, tenía poca fe en ser feliz como alguna vez lo fue, por no mucho tiempo hace demasiado atrás, pues abandonó incluso aquello que tenía las más potenciales posibilidades para ella de hacerla reír, cuantas veces fuese necesario. Temió perderse a si misma al dejar aquello que conservó como amuleto anhelado de sonrisas e incluso llanto, aquello que amó. Y así lo hizo, perdió la cabeza y la cordura en un arranque de soberbia, grandeza, y su manía pseudológica de creerse siempre ser la fuerte. Cuando entonces, al menos, había notado que ya no tendría más oportunidades de las que había obtenido para volver a los brazos que siempre la mantuvieron segura y equilibrada, esos que no la dejaron nunca caer. En cambio, buscaba otro hogar en los ojos del montón, una buena amistad en los rayones de un retrovisor empañado, y el amor verdadero en las comisuras de una escritura que describiese más bien que ella aún era extrañada, pero no se había todavía redactado. Y si que era realmente exitosa y hermosa, pero estaba sola, y aunque era lo que más quería, nunca antes lo había vivido, y se dio cuenta de que no era lo que quería nunca más.
m.l
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