Posdata: Punto final.

Para algunos es un sueño, que le escriba quien un día les dejó; para mí es una tremenda pesadilla y un dolor de cabeza. Véalo así, usted es demasiado grande para entender que quien le hiere una le hiere dos, o demasiado sabio para tener bien claro que no debe escribirle a alguien a quien usted decidió dañar, aunque hubiese sido con el dolor de su alma. Lo que terminó, terminó. Cada bota a quien le quiera servir.
m.l
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