Su espalda delgada


Anoche soñé con ella después de hace tanto tiempo. Y soñé que me abrazó, y sin que el momento haya sido más falso que un sueño, sentí como en mis manos estaba su espalda delgada, escurriéndose de entre mis dedos y mis ojos, que se abrían lentamente despertando de un sueño más.


m.l

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