Para bien o para mal

Dicen que no se puede revivir un corazón con la misma arma que lo mató. Y hablando de eso, amigos míos, para bien o para mal, yo soy la prueba viviente de que existen milagros/castigos/torturas de este tipo que pueden cuestionárselo, porque me he muerto varias veces y aún esa maldita arma me sigue trayendo a la vida para volver a matarme.

m.l

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