Una fotografía

Y ese día, esa tarde, pasaría por tu calle, pasaría por tu casa y no tocaría. Y me quedaría con las ganas de mirarte. Me quedé con las ganas de besarte entendiendo que no se podía, que la tarde ardía, quemaba como el hielo. Y tocarte aunque sea a través del suelo que pisabas cada vez que salías, sería lo único tan cercano que tendría, y el único recuerdo: una fotografía.

Publicado el 11-05-2016.


m.l

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Datos y curiosidades del planeta Plúton

Carta de despedida